domingo, 31 de mayo de 2009

Cavilaciones de Juan Emar.

Cavilaciones de Juan Emar.

Selección, introducción y notas de David Wallace.



El creciente interés por la recuperación de la obra y figura de Juan Emar (seudónimo de Álvaro Yáñez Bianchi) ha provocado inusitadas expectativas en el medio literario nacional, tanto de los lectores como de la crítica periodística y académica. En efecto, la reciente publicación de Umbral y la reedición de Diez, Un año (1996), Ayer y Miltín 1934 (1998) contribuyen a replantear - y valorar - la actualidad del olvidado vanguardista de la década de los treinta, en un escenario dominado por la figura consular de Vicente Huidobro. Sin embargo, el mismo Emar contribuyó a instalar el olvido de su obra, pues después de la publicación de los relatos contenidos en Diez (1937) su silencio quedó de manifiesto: ¿La publicación de lo que escribo? No pienso jamás en ella. ¿Lo que se dirá y lo que alegarían todos al leerme? Tampoco pienso pues yo tengo un sentido del trabajo; el trabajo es de por sí y es totalmente ajeno a nosotros; uno lo que hace es ir acercándose a él y TRADUCIR lo que ve al llegar a su lado (1).

Por otra parte, la crítica oficial practicó un (a)sistemático olvido de la obra y la figura de Emar en la literatura chilena de los primeros treinta años del siglo XX - Alone, Silva Castro, etc.; simplemente no existió. A pesar de ello, actualmente los estudios sobre las vanguardias hispanoamericanas han puesto el acento en las modalidades de recepción de los códigos artísticos europeos, y su posterior productivización y textualización en nuestro escenario. Es allí donde el papel de Emar adquiere una importancia central, ya que su principal aporte consistió en introducir las bases de una renovación estética de amplias dimensiones en un medio anquilosado por fórmulas burguesas o criollistas.

Por ello, y aunque Cavilaciones exhibe las limitaciones de un proyecto escritural incompleto, creo que su interés reside en el hecho de que es el primer intento documentado que realiza Juan Emar por sistematizar un pensamiento poético propio, además de servir de antecedente nuclear y germinal de los artículos Algo sobre Pintura Moderna y de Las Notas de Arte, que aparecen en La Nación entre abril de 1923 y agosto de 1925.

Por último, el criterio de esta selección ha sido presentar al lector un conjunto de fragmentos representativos de Cavilaciones. Éstos son comentados a través de notas con el objeto de no interferir la lectura. Asimismo, y buscando permitir una mejor comprensión del texto, he actualizado la ortografía, respetando la redacción original. Cabe destacar, en relación a este punto, que muchas veces los pasajes evidencian que este texto inédito sólo es antecedente temático para la escritura posterior y, por lo tanto, adolece de los errores propios de un manuscrito no revisado por su autor.


1.- Correspondencia con su hija Carmen. 11 de febrero de 1963

Fuente: Cyber Humanitatis N°6


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